domingo, 19 de febrero de 2012

Niña ojos de hiel




Niña ojos de hiel

Niña ojos de hiel y labios de satén,
Camina hasta tu cuna,
Y mirando distraída la luna
No te caigas por el terraplén.

Su camisón copos de nieve
Oscilando en la brisa nocturna,
Presta atención y escucha
Sus lamentos cuando viene.

Tumba sellando su boca,
Secretos oscuros guardados en la lengua,
Que ni a Satán da tregua;
Ruega salvarte si tus manos te tocan.

Niña ojos de hiel y pies descalzos
No te rasguñes entre las espinas
Cuando por las rosas caminan,
Creyendo que no provocan daño.

El sabor del olvido es prohibido
En tu mirada triste y solitaria,
Dulce néctar que embriaga
Y estremece todos tus sentidos.

El Cielo la frontera,
El Infierno único vestigio
De locura y porvenir sufrido
Que hasta las estrellas aconsejan.

Las garras de la Bestia no pueden tocarte,
Camina tranquila que bien estarás
Si mi mano tomas al andar,
Mientras puedes tus lamentos mostrarme.

Sus atavíos desgastados,
Ese brillo insano en sus ojos,
La luna que nos ciega de a poco
Y nos va dejando devastados.

Así siempre podré recordarte,
Pobre niña sin esperanza,
Que agoniza a cada batalla
Sin deseos de poder salvarte.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Despedida

Una hoja revolotea en el cielo,
se enrieda en los brazos del viento...

Sus colores mueren con el tiempo,
agoniza en su lienzo...

Escapa del poder del tiempo,
se hunde en un mar de sueños...

Al pasar le arranca un cabello al silencio,
corrompe con sutileza el sufrimiento...

Ahora se va un año,
pero con gozo recibimos uno nuevo...

Para este 2011, que se ha ido y ya no volverá.

Labios Húmedos

El rocío de la mañana forma escarcha en mi ventana,
la luna en silencio me acompaña,
siento tu respirar,ya lejano,
un nudo se forma en mi garganta...

Desearía tenerte aquí,junto a mi,
saber que al fin habrá un mañana,
narrado en esta burda historia de amor,
desdichada y olvidada...

Aún continúan tus besos en mis labios,
saboreo con arrobo el dulce gusto de tu boca,
recurre a mi mente tu melodiosa voz,
con la que murmurabas en mi oído tantas palabras hermosas...

La luna me observa en la lejanía,
se sonríe ante mi desdicha,
pues ella todas las noches
tiene a las estrellas de compañía...

Maldito el veneno de tu amor,
que me ha embelecido desde el primer momento
en que se cruzaron nuestras miradas
en aquel abyecto convento...

La virgen logró retenerte
con mayor fuerza que mi amor,
inmersa en mi soledad me ha dejado,
arrastrándote a los brazos de Dios...

Un hábito cubre tu cuerpo,
casi despreciando tu belleza,
la sonrisa picaresca con que me conquistabas,
ahora permanece seria y tiesa...

¿Qué dirás cuando los feligreses se confiesen
por tener un amor pecador,
sin olvidar que conmigo has vivido
esta burda historia de amor?

Mis labios aún te llaman,
buscan los tuyos en la oscuridad de mi alcoba,
creyendo que aún me amas
y tornarás a mi en la mañana...

El alba me encuentra en el tiempo,
le agrega un día a mi agonía,
tú no has regresado,
a siquiera acabar con esta cruel vida...